Mi anuncio va destinado a conocer una mujer madura normal y corriente de Sevilla o alrededores.
Con sus rasgos y su cuerpo con sus formas y cosas propias de una mujer de cuarenta y tantos o cincuenta y tantos o sus sesenta y tantos.
Si tiene sus arruguitas, pecas y manchitas en la piel... Pues bien. Que tiene sus piernas con varices, arañas y venas... Pues bien. Que se tiñe o tiene canas... Pues lo normal, Qué bien! Que tiene los pechos colgoncetes, las carnes desajustadas y otros signos propios de la madurez, pues me resultará atractiva.
Pero lo que aún más me gusta es que esa mujer con ese cuerpo maduro se siente con derecho para ir a por mí y de tomar la iniciativa de captar mi atención para atraerme a ella. De no tener reparos en deslizar su mano para tocarme y sobarme con o sin disimulo. De no cortarse en abrazarme y estrujarme entre sus brazos para que la sienta su cuerpo con el mío sin barreras. De sorprenderme robandome el beso que me conquista. Y ya que decir... De llevarme con ella y sacarme el jugo hasta dejarme bien seco.
Eso de que una mujer madura me seduzca y me posea, me abruma. Y aquí no hay lugar al no. Si me reclama no hay cosa que me guste más que dejarme llevar y satisfacerla.
No es coña, ni timo, ni negocio. No es que esté mayor, ni descuidado, ni feo, ni que de para más. Tengo 36 años, me cuido y seguro que te resulto atractivo... Eso sí... Estoy casado. Pero es lo que realmente me atrae y llama la atención.
Es ese aprovechar y disfrutar de esa clase de aventura ahora que se puede. Sin más historias disfrutar conociendo a ese alguien a quien en teoría no deberías conocer. Decirle piropos y cosas bonitas. Acariciarle y darle besos furtivos... Y en fin, si quiere y me da pie a ello, pasión y amor salvaje.Ya se sabe, esas cosas que pasan entre amantes cuando se encuentran.
No tengo prisas, cuando se puede, se puede. Cuando no se puede, no se puede. Para mí lo importante es ir construyendo algo especial y duradero con alguien que me haga evadirme. La vida da muchas vueltas y no se sabe ni cuando aparece esa persona que se cruza en tu camino para darle la vuelta.
Si quieres, me conoces y ves que tal te parezco. Que te gustó, pues bien. Que no, pues bueno, sigue buscando lo que estés buscando.
